No estoy dispuesta a dejarme morir
mucho menos a que me tortures,
me ataques o me dispares
con tu arma letal:
tu palabra.
No estoy dispuesta a vivir muriendo,
porque no permitiré
que ni tú ni yo ni nadie
me echen el aliento de la muerte,
mientras respiro.
No estoy dispuesta ni quiero ni permito
pasar de largo como si nada pasara.
Mi disposición es completa y absoluta
sólo para ir tras los pasos
de mi escueta felicidad.
Pero para eso
no necesito
más que hurgar en el fondo de mi alma.
Porque intentar ir tras uno mismo
es una cuestión de actitud.
Soy la hacedora y destructora de mi destino.
Llegó el momento de decir:
basta de destrucción.
Es tiempo de construcción.
De poner en fisioterapia a mis alas
y, sin prisa pero sin pausa,
re-aprender a despegar del suelo
y volar.
Vola!!!! Volemos!! El cielo está lleno de compañía!! Y cuando abrís las puertas de la jaula, te empezas a encontrar con ellas y te das cuenta que muchas, son las mismas caras de siempre, lo que cambia es tu modo de mirar!! Beso grande, muy linda declaración de libertad!!!
ResponderBorrarLaurel manda saludos voladores desde el norte!!!! :)
Siempre la imaginé voladora. Su sonrisa es más amplia que el aleteo de los pájaros. Beso...
ResponderBorrarA volar se ha dicho amiga!!! Se re-aprende a despegar del suelo...
ResponderBorrarGracias mis queridos por sus comentarios. Saben que tocan el alma, no? Sí, seguro lo saben, pero igual quería decírselos.
ResponderBorrarBesos!
Wowwww y que arma la palabra cuando se dispone a matar, pero tiene una gran falla, es un sub-tipo de boomerang sabías?....y al final todo lo dicho vuelve al "disparador"...
ResponderBorrarVuela ;) y vuela YA!
TQM
Amiga que poder hay en ese poema !! Dicen por ahí que las palabras son como semillas, cada vez que las decimos plantamos una dentro del corazón del otro y desde ese momento comienza la cosecha...
ResponderBorrarte quiero :)