Quisiera dejar atrás parte de mi pasado, de mi historia, de mis sueños, de mis ilusiones.
Aprieto el alma, para que nada se escape, porque estoy cansada de lanzar mis penas y glorias al vuelo, sin rumbo fijo, sin saber para dónde van.
Me duelen las costillas, los pulmones, el corazón. Pero no lo libero, ahí queda todo igual.
Porque tampoco es cuestión de echarlos a la deriva, pero lo cierto es que no encuentro dónde encauzarlos, a qué puerto llegarán o a dónde terminarán.
Claro que hay muchas cosas que ya están en su lugar, pero otras tantas están así, revoloteando por todas partes.
Tampoco entiendo por qué la vida me vive clavando su daga, dejándome sin aire y, como un testamento en la punta de una espada, así están siempre tantos de los sentimientos que me acongojan, recordándome a cada instante que no tienen escapatoria.
Aunque a veces soy caprichosa y, sutilmente, muevo la espada que me apunta y logro liberarlos. Entonces vuelan, pasean, se ríen, gozan, disfrutan.
El problema es el retorno. Pasan directo a terapia intensiva, y allí se quedan durante un buen período.
Algunas veces pienso que está bien, que vale la pena que entren en CTI. Otras, me duele tanto que me lamento de verdad. "Ni tan arrepentido ni encantado", canta Sabina.
De todas formas, lo cierto es que nada de lo que hago me lleva por el camino de la sanación. Irónico, no? Tanto que acuden a mi como fuente sanadora y resulta que conmigo no puedo hacer nada.
Lo más triste es que conozco las herramientas, pero no sé por qué me niego tanto a usarlas conmigo misma.
Y, sinceramente, espero tener pronto la voluntad para retomar mi merecido descanso de mi más profundo ser.
Y ojalá algún día deje de pedir curitas intentando así engañar a mi alma.
Mage linda, esto es hasta ahora lo mas hermoso que he leido tuyo. Dejas salir tu alma con una sinceridad arrolladoras y reconozco en tus palabras muchas mias. Lo unico que quiero decirte es que si conoces las armas no dudes en usarlas. No dejaras de ser pasion por eso, no dejaras de vivir intensamente ni pasaras a ser un mortal mas. Los primeros dias son muy dificiles. Una parte nuestra se niega a partir, nos golpea al costado para que la dejemos entrar de nuevo pero con los dias, si ven que estamos decididos van golpeando mas despacio. En el ultimo tiempo los veo sentados a mi lado con cara triste porque se saben exiliados, desterrados. Aun hoy los miro de costado y les huyo. Sin embargo tengo la certeza que con el paso del tiempo entraran nuevamente a mi, los traere de nuevo porque son parte de mi; pero ya sin dejar que me lastimen. No les cuento que tengo pensado dejarlos entrar nuevamente porque tengo miedo que me conquisten el alma una vez mas. Son muy traicioneros y por ahora debo cuidarme de ellos; hasta que tenga la fuerza suficiente como para enfrentarme sin caer rendida a su tan seductora apariencia. Hablo de todos esos recuerdos, todas esas heridas, esas nostalgias de cosas y personas que ya no estan, de lugares perdidos, de cosas que nunca fueron o de las otras que fueron mas de lo debido. Se que con el tiempo me voy a reconocer entera. Se que vos tambien te sabras entera. Y llegara el dia en que podremos acariciar esos dolores sin que duela.
ResponderBorrarSi conocés las herramientas y te negás a usarlas para ti misma, y no sabés porqué, ahi está la clave: la relación costo/beneficio de llevar esa mochila de pesares. Inconscientemente, de alguna forma hay un benficio aunque no lo puedas ver ("no sabés porqué"). El costo es la pena, el dolor. Sin duda el beneficio es mayor, pero nuestra alma no admite ciertas verdades, no asume determinadas cosas que serían como un cachetazo a todo lo que creemos que creemos, a todo lo que creemos que queremos.
ResponderBorrarMaia usó una expresión muy interesante "acariciar dolores". Hay penas a las que no queremos renunciar. No podemos dejarlas ir. En cierto modo las manejamos, porque las sabemos en el pasado, jugamos con ellas, las traemos y llevamos... Son penas conocidas, y mas vale malo conocido... El problema son las penas que vendrán, o el miedo a las que vendrán... Y mientras tanto transcurre la vida, con este sol precioso, y el frio que deja mejillas rojas y nos da permiso para prendarnos un rato más del fuego de la estufa... Y el amor... Y el orgullo por todo lo logrado...
Y esa capacidad de tocar corazones rotos con las palabras... Mage, no tenés curitas, vos das las curitas... Quizás esa es tu mision, y tu sanación vendrá de otra forma. Ojalá puedas reconocerla.
Amiga, linda persona de corazón generoso. Tus amigas comentan cosas muy ciertas , me sumo a sus palabras y a sus imágenes. Necesitás volver a tu Ítaca,según parece estas aún en el mar. Sea cual sea el destino , yo estaré siempre apoyandote y llevaré un botiquin lleno de curitas , por si las necesitas durante el viaje . Te quiero mucho, mucho.
ResponderBorrarQUERIDA MAGE, COMO DICE CALA, ESTÁS Y ESTAMOS TODAS Y TODOS EN EL MAR, SI! BUSCANDO AVENTURAS PARA NUESTRO PLACER, VIVIENDO MISTERIOS, ELIGIENDO DESASTRES, TRIUNFOS, DESAFÍOS, APUESTAS IMPOSIBLES, SOMETIÉNDONOS A PRUEBAS UNA Y OTRA VEZ, ESTAMOS: APRENDIENDO EL AMOR, MAGE! Y ALGO QUE LEÍ: LO QUE NOS ENAMORA TAMBIÉN NOS GUÍA Y NOS PROTEGE. APASIONADAMENTE OBSESIONADOS POR ALGO QUE AMAMOS, UNA AVALANCHA DE MAGIA NOS ALLANA EL CAMINO, NIVELA REGLAS, RAZONA, DISIENTE, NOS LLEVA CONSIGO SOBRE LOS ABISMOS, LOS MIEDOS, LAS DUDAS...
ResponderBorrarUN ABRAZOTE MAGE, CON MUCHO AMOR Y CARIÑO, ANA