
Me gusta ser tu remanso
también eres mi descanso,
en una tarde de hojas caídas
o en una mañana de historias perdidas.
Disfruto con tu sonrisa
me mantiene en la cornisa.
Me conformo con tus besos
pues me llegan hasta los huesos.
Me enternezco con tu llanto,
también eso tiene su encanto;
como curar tus alas rotas,
cuando tu vuelo se agota.
Yo soy vos y vos sos yo.
Somos uno dentro del todo.
Somos parte de cielo y tierra,
quienes caen y luego sueñan.
Estamos aquí y en todas partes,
un lunes, domingo o martes.
Gracias por tu presencia;
sin ti no sabría de ausencias.
Yo soy vos y vos sos yo.
Simplemente eso somos.
Aquí, ahora y después,
no se dónde, cuándo o cómo.