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domingo, 30 de octubre de 2011
EL CANDADO ESTA ABIERTO

jueves, 29 de setiembre de 2011
EQUILIBRIO
Vivo con mis defectos y virtudes, con mi plenitud y arrepentimientos, con mis penas y mis glorias, entre mi intuición y mi intelecto, recibiendo luz y aceptando la oscuridadNo siempre comprendo lo que pasa, sin embargo, el silencio en el que permanezco, despierta preguntas que encuentran su respuesta en la maravilla del Universo.
Hay momentos en los que las lágrimas se vuelven fuente para la tierra que me nutre y otras tantas le devuelvo el amor que cada día vuelve a florecer.
He aprendido a entender cuándo hay más dominio de la emoción sobre la razón. Y viceversa. Reconocer esos momentos me permite volver a mi centro con mayor prontitud
Soy yin. Soy yang.
Soy equilibrio.
Soy.
martes, 13 de setiembre de 2011
PAZ

A veces es necesario reciclarse.
miércoles, 31 de agosto de 2011
NUESTRO TESORO

jueves, 25 de agosto de 2011
Y DECIR 1O AÑOS ES DECIR AMOR

viernes, 12 de agosto de 2011
PARA DESQUERERTE MEJOR

Nos conocimos con Andrés hace ya tiempo. Tanto como las veces que el mar ha llegado a la orilla de mi alma. Y he intentado alejarme de él tantas veces como las que el mar emprende su retirada.
Andrés es lindo. Por dentro y por fuera, pero más por dentro. Andrés termina mis frases y yo comienzo las suyas. Y viceversa. Reímos con la misma carcajada a la par y podemos estar en el peor momento de nuestras vidas pero siempre tener la palabra que nos saque una sonrisa en medio de la frustración.
Sí, Andrés es el amor de mi vida, sin dudas. Nadie jamás me ha hecho brillar como él.
Lo conocí un día de enero, mientras la luna llena bailaba en el océano. Ambos caminábamos por la playa en direcciones contrarias y Lucho, mi perro, lo conquistó antes que yo, aunque él asegure que eso fue completamente al revés. Jamás nos pusimos de acuerdo en ese punto.
Cuando lo vi supe enseguida que me enamoraría de él y, lo que más me sorprende hasta hoy es también sabía que él se enamoraría de mí.
Andrés es mi perfecto, con sus virtudes y defectos. El hombre con el que siempre soñé.
Si tuviera que describir qué fue lo que me cautivó de él, diría que es su poder de conquista, como el lobo cuando mira a su presa. Andrés tiene unos brazos envolventes, de los cuales resulta imposible escapar. Unas manos firmes, que parecen atravesar mi piel cada vez que me acaricia. Unas piernas musculosas y bien formadas, con las que me ha alcanzado cada vez que he intentado huir. Unos ojos de mirada penetrante, con los que atraviesa y acobarda a mi pobre corazón. Tiene una nariz perfecta, por la que inhala toda mi esencia. Y una boca de labios gruesos y suaves, con la que me quita el aliento hasta la muerte pero que con el suyo me hace renacer.
Claro, él es mi perfecto, no así estas vidas que nos tocó. Porque no todo siempre es color de rosas. Y en este caso, la ley se cumplió de forma precisa y exacta.
Andrés vive lejos, muy lejos. No en un cruzar de puentes, no en un avión a pocas horas. Tan lejos como dar media vuelta al mundo.
Ese verano, fue el mejor verano de mi vida. También lo fue para él. Lo sé. Y durante casi dos años, tratamos de conciliar esa brecha geográfica, acercándonos todo lo posible. Pero todo lo posible no es todo. Siempre queda lo imposible. Así que de a poco y como una antítesis, aunque nuestros corazones se unían, la distancia nos separaba cada vez más.
El no podía vivir aquí ni yo allí. Ambos tenemos niños. Y nuestro amor por ellos nunca fue mayor al que existía entre nosotros. Bregamos por su felicidad, así lo entendemos y así debía ser. No podía separar a mis niños de su padre, llevándomelos lejos por mi propia felicidad, ni él podía manejar la opción de verlos veinte días al año, a lo sumo un mes. Ninguna de esas opciones nos haría sentir plenos. Esas opciones opacarían nuestra felicidad al punto de que nuestra historia de amor se convirtiera en una historia de agonía permanente.
Evaluamos todas las posibilidades y nada fue convincente, por lo que un día, con el corazón en la mano, tuvimos que decirnos adiós.
Esa tarde, en medio de nuestra decisión y mi propia angustia, llegué a casa, abrí el placard y saqué de él un abrigo que mi madre una vez me dio y que guardo desde la niñez. Me tiré en la cama, me enrosqué sobre mi cuerpo y, con la fragilidad de quien intenta aferrarse a la inocencia, me dormí, abrazada al abrigo, recordando las palabras que ella me había dicho el día en que me lo obsequió, tal vez como presagio de su pronto trascender a otros mundos: “mi chiquita, cada vez que precises un abrazo mío y yo no esté, ponete este abrigo, de la cabeza a los pies, y allí estaré, rodeándote siempre”.
La caperuza ya está apolillada, sin embargo, cada vez que tomo el saco entre mis manos sus palabras vuelven a aparecer. Y las lágrimas, también.
Aún me es duro comprender que ese fue mi cuento de hadas, pero también estoy segura que algún día, con príncipe azul o sin él, me tocará vivir mi final, aunque sea apenas un triste final feliz.
jueves, 11 de agosto de 2011
LA ERA DEL ROJITO

Llegó el día de recibir al Rojito de la familia. Chiquito pero confortable, de diseño anatómico y, por qué no, divertido. Será quien nos lleve y nos traiga de aquí para allá, idas al Colegio de los niños, paseos varios y, principalmente, instrumento de trabajo.
Pero no estoy tan emocionada como quisiera estarlo. Si bien es algo que se viene planificando hace ya un tiempo, si bien el pequeño Celta ya necesitaba muchos arreglos que para el uso tan cotidiano no justificaba hacerle, me dio pena dejarlo en la automotora hoy.
Sí, ya sé, es un bien material viejo que se fue para que entre uno nuevo, para ganar confort y, más que nada, ahorrar. Pero así y todo, sentí que parte de mi vida quedaba allí.
Fueron 6 años en los que mi querido grisecito me acompañó en duras luchas, pero que también supo darme hermosos momentos.
Mi auto es como mi segunda casa, paso demasiadas horas sobre él y muchas veces se convierte en mi espacio de lectura, meditación, es el que me acerca rápidamente a quienes quiero, en el que llevo y traigo a lo más preciado de mi vida, mis hijos, el que me permite trabajar, el que me cobija del frío en invierno y el que me refresca en verano. El que paro bajo una sombra para comer y escuchar un poco de música en mitad de mi jornada. Es el que me cubre de la lluvia, tanto externa como interna y en donde he sabido reír a carcajadas.
No es que nada de esto no lo haga en otros ámbitos, pero mi auto es como mi escudo protector en muchos sentidos.
Fue el auto donde llevamos a mi más pequeñito a casa, luego de nacer.
Fue el auto donde tantas lágrimas derramé, haciendo el duelo de mi mamá.
En ese auto dejé pelos de mi quimio y fue el lugar donde decidí que un pañuelo me quedaba mejor que una peluca.
Fue en ese auto desde donde miré muchísimas veces el mar, desde distintos ángulos, en donde nacieron muchos versos y cuentos, algunos de ellos colgados en este blog.
En ese auto iba y venía cuando mi hijo estaba enfermo.
En ese auto viajaron todos mis amigos, o casi todos. Y con muchos de ellos compartí risas por doquier y charlas profundas durante horas, muchas de ellas hasta la madrugada.
En ese auto pasé horas y horas de mi vida. Cientos de ellas.
En ese auto, increíblemente, crecí.
Y aunque sé, sé y sé que no es más que un lugar físico de los muchos que he dejado atrás y dejaré en el futuro, estos años en los que pasé allí dentro fueron intensamente ricos.
Por eso me costó tanto desprenderme de él (no hice escándalo en la automotora, lo dejé como una lady, pero en el camino le dejé alguna que otra lágrima en su interior).
Hoy comienza la Era del Rojito. Mi nuevo Chevrolet Spark LS, donde hasta el nombre es divertido. Y estoy segura que tendré millones de gratificaciones más estando en él, de la misma forma que también será cobijo en muchísimos días de mi vida. Este auto tiene chispa desde el nombre mismo (spark=chispa) y en su color.
Así que a ajustarse el cinturón, que de aquí en más, un nuevo comienzo lleno de nuevas aventuras espera por delante, para que dentro de él el mundo se siga abriendo ante mis ojos y la vida siga sorprendiéndome, como lo ha hecho hasta el día de hoy.
Bienvenido, Spark. Desde hoy y por unos años, me camuflo de rojo y me lleno de chispa. Veamos qué tal me va ...
martes, 9 de agosto de 2011
LAKSHMI

yacen dormidas las pasiones.
Alimentan sueños y esperanzas;
matan cuentos y añoranzas.
Sin embargo, hay una diosa
que permanece armoniosa.
La diosa Lakshmi, que tiene paciencia,
me vuelve al centro, me trae conciencia.
Lakshmi es físicamente extraña,
sus extremidades son varias.
Sin embargo en su interior
trae fortuna y mucho amor.
Hace poco reconocí
este arquetipo que vive en mí.
Esta diosa que me cuida
ha traído paz a mi vida.
“El que espera desespera”,
dice un conocido refrán.
Yo elijo no desesperar,
y que mi mundo no deje de girar.
Eso sí, siempre consciente,
de que Lakshmi está presente.
Me permito su compasión,
y le dejo sostener mi corazón.
ॐ Namasté ॐ
sábado, 30 de julio de 2011
MUNDO (I)LIMITADO

Quisiera emprender un vuelo
que me llevara hasta el cielo.
Tocar el sol con las alas
Para luego caer en picada.
Visitar a la luna en las noches
y pasearme por ella en coche.
Ir saltando de estrella en estrella
hasta que me canse de estar en ellas.
Quisiera que la vida fuera diferente
y ver al mundo de la vereda de enfrente.
Cantar, bailar, disfrutar de la vida,
soñar en colores, despertar con alegría.
Quisiera que el mundo me viera reír
y en mi sonrisa descubrieran mi sentir.
Quisiera ... pero no puedo,
porque mi mundo se limita
a una I y a un pañuelo.
domingo, 17 de julio de 2011
CANCIONES DE AMOR

jueves, 7 de julio de 2011
OVERFLOWING!

“En el fondo de nosotros mismos, siempre tenemos la misma edad” – Graham Greene
“Quiero creer que voy a mirar este nuevo año como si fuera la primera vez que desfilan 365 días ante mis ojos” – Paulo Coelho
Así me vengo sintiendo estos días, overflowing. Desbordante de mimos. Aunque, para hablar con total sinceridad, a mi nunca me sobran y siempre son y serán bienvenidos.
Desde todas partes han llegado mensajes de texto, llamados, gratas compañías, mensajes en mi muro de Facebook, correos electrónicos, todos ellos colmados de deseos de felicidad y de que mis sueños se hagan realidad, de besos y abrazos, de dulces palabras y caricias al alma. Así es como se ha llenado de amor mi corazón, que hoy se encuentra tan pero tan colmado, que parece que va a explotar de alegría.
Cuando en mi foto de perfil de FB coloqué la imagen que acompaña este texto, lo hice pensando en todo lo que me estaba costando asumir los treinta “y todos”. Porque ya no habrá unidades para sumar a esta decena. La próxima vez que cumpla años, habrá que cambiar ambos dígitos.
Pero, pensando en eso de que si uno se repite a sí mismo las cosas es más fácil asumirlas, decidí poner esa imagen, como una forma de verla durante todo el día y, de alguna manera, comenzar a enamorarme de mis años. Esto iba bien en el orden de cómo desde hace un tiempo he decidido vivir esta vida. Sin prisa y sin descanso. Observando y esperando. Dejando ser lo que tenga que ser. Dejándome ser.
Pero así es como la vida también me sorprende y lo cierto es que no hubo necesidad de repetirme nada. Me enamoré más rápido de lo que esperaba. Porque todos y cada uno de los que han dicho "presente", de una u otra forma, me han hecho AMAR cumplir un año más de vida. Parece ser que cuanto más años cumplo, más amor me rodea, y eso es lo que hace que cada año disfrute, siempre de manera diferente pero con creces, el cumplir un año más.
De muchísimos rinconcitos de mi país me ha llegado el cariño de mis amigos, de mi familia -"la chica", mi esposo y mis hijos, que me soportan cada día y hoy más que nunca me han llenado de besos, abrazos y mimos, y la "grande", primos, tíos, cuñados, suegros, sobrinos-, de mis hermanos y hermanas que me he ido encontrando en el transitar de esta ruta, de aquellos con los que he compartido algún momento a lo largo de mi vida y que, por algún motivo- grande o pequeño, no importa la magnitud-, volvemos hoy a estar unidos, de algunos que conozco muy poquito, pero que también cariñosamente pararon a desearme felicidades y regalarme alegrías. Gente que conozco personalmente y gente que no vi jamás en mi vida, pero que sé que me quieren bien porque así me lo hacen sentir, no un día, sino muchos, y sé que sus deseos nacen del corazón. De la misma forma y de la misma magnitud he recibido saludos desde Israel, Venezuela, España, USA, Argentina, Panamá, México … y espero no haberme olvidado de nadie porque, sinceramente, me resulta increíble en todos los lugares donde (ya sea por un recordatorio en una red social, en una agenda, en un celular o en donde sea) se han acordado de dejar un mensaje para mi. Uy! Se me llena el alma de emoción! Overflowing again!
Gracias a todos por celebrar conmigo un año más. Gracias por permitirme sentir y recibir tanto AMOR. Gracias por permitirme seguir vibrando en tan bella sintonía.
Repito las palabras de un tal Jorge Torres, que desconozco quien es, pero que aplican completamente a mi sentir: “AMAR NO ES UNA IDEA, UN CONCEPTO, UN PARADIGMA. AMAR ES UN ESTADO DEL SER. NO SE FOCALIZA EN ALGUIEN O ALGO, SOLO FLUYE CON TODO LO QUE TE RODEA. AMAR ES MI ESTILO DE VIDA”.
Gracias … TOTALES!!
miércoles, 15 de junio de 2011
CERCANO FINAL

de esta maldita teoría
que dice que uno y uno son dos
aunque si los miramos separados
uno y uno son solo uno
en cada lado del cuadrado.
No quiero morir así
encasillada en tu alma
dame la libertad
de correr a mi antojo
por los bosques encantados
por los valles escabrosos.
No quiero que mires mi rostro
con extrañas compañías
no quiero que me desees
tras tu mirada escondida.
Ya casi no quedan horas
para ser
carne de tu carne
agua de tu sed
tu triste romance.
Ya casi no quedan horas
para volver a ser
carne de mi carne
agua de mi sed
mi triste romance.
Ya el dolor se siente
el aliento es leve
las gotas caen
el adiós vuelve.
La odiosa soledad
ya casi
es.
LUNA ROJA

se enciende en el cielo;
y es entonces
el momento fantástico
lo que le da el poder,
de esperar cada tanto,
que su amado la eclipse
y rojo se torne todo su color.
Esta es mi luna,
la que visita mis sueños,
de la que hoy fui testigo
de que espió a su amor.
Esta es mi luna
que se convertirá en llama
y alimentará el alma
de los cuerpos ardientes
de aquellos dos.
Estimulará los sentidos
se dejará inundar
por todo su calor.
No huye,
se queda,
aguarda paciente
que esta noche siguiente
la visite el sol.
jueves, 9 de junio de 2011
ESA BENDITA MANIA DE SONREIR

A veces, en ese afán de ordenar, me encuentro con cosas tiradas en el piso que me malhumoran un poco, como pedazos de papeles recortados por todas partes, origamis a medio hacer desparramados en el piso o con la manía de mi hijo menor de dejar pijamas de días anteriores tirados, ya que el niño decide usar uno diferente cada día, si no lo controlo.
Anoche, casi lo despierto de tanto que me enojé. Lo primero que vi fue un marcador indeleble metálico tirado en el piso y todo aplastado, seguramente con sus dientes. Había también algunas hojas escritas con dicho marcador. Hasta ahí, todo más o menos normal. Pero al llegar a la guitarra (esa de verdad que los Reyes Magos le trajeron en enero), la encuentro fuera de funda y ESCRITA con ese marcador.
No sé nada de guitarras, así que no puedo describir exactamente dónde estaba escrito, pero para para poder transmitir un poco la idea, en la parte de adelante, arriba (donde sale el "brazo" de la guitarra) estaba escrito de un lado la palabra CARLOS y del otro algo así como UEATER, aunque no era muy legible. Más abajo, unas rayas que supongo yo simularían rayos.
Corrí al baño en busca de alcohol y un poco de algodón, a ver si así la podía limpiar. Algo salió, pero igual quedó un sombreado del CARLOS y algunas líneas más.
Decidí reservarme el rezongo para esta mañana. A pesar del enojo, me dio lástima despertarlo. Total, lo hecho hecho estaba.
Esta mañana, entre corridas al trabajo y salidas al colegio, olvidé por completo el hecho. Pero, al llegar a casa en la tarde, no se salvó.
Le pregunto, con voz seria y firme, si recuerda qué había hecho con el marcador. Con carita de pollo mojado, me dice que había rayado su mesa (ya la había visto, pero tiene tantas rayas que eso no me preocupaba). Le respondo que sí, que está mal, que el marcador es sólo para escribir en hojas o cuadernos, no en cualquier lado. Pero que había algo más que había escrito y no debía haberlo hecho. Le volví a pedir que hiciera memoria. Entonces respondió: "la guitarra". "Exacto!", dije yo, con voz más enojada aún. Allí comenzó mi verborragia: "el marcador no es para usarlo en cualquier cosa, cómo vas a hacer eso!, además, lo destrozaste después de usarlo, ahora no sirve para nada. Y la guitarra, Renzo?? La guitarra?? A vos te parece andar escribiendo en la guitarra??" (seguía mirándome con esa carita de pollito mojado o Gato con Botas de Shrek que tan bien sabe poner). "Decime, qué quisiste escribir en la guitarra? Quién es Carlos? De dónde sacaste eso?". Entonces me dice "CARLOS WALTER". Ya sólo sentir la combinación del nombre Carlos Walter me dio gracia. Pero más aún cuando Juan Diego entró al cuarto y contó: "lo que pasa que en la tele están pasando una publicidad que te regalan la guitarra autografiada de CARLOS BAUTE, se ve que eso fue lo que quiso poner".
Listo. Se terminó el rezongo. Todos nos tentamos, excepto Renzo, claro, que no sabía si al reír iba a mejorar o empeorar la cosa.
Igual terminé mi discurso de buenos modales y de lo que puede escribir y lo que no, pero ya la autoridad, penitencia y todo lo que podía venir después, se desvaneció con la risa.
Este niño es la bendición de esta casa. Es el niño chispita. El niño que nos hace reír, aún cuando se porta mal.
Entonces, me quedo con eso, con la plenitud de tener un niño que haga lo que haga siempre logra arrancarle una sonrisa a los demás, ya sea con su cara de Gato con Botas de Shrek, con un autógrafo en una guitarra o con lo que se le dé la gana. Lo cierto es que no hay un sólo día que Renzo no nos haga reír. No en vano, como dice en el post que una vez escribí LA VERDAD DE LA MILANESA él decide siempre sonreir.
Amo a mi niño como cualquier padre o madre ama a los suyos. Pero particularmente lo amo por la maravillosa forma que tiene de enseñarme día a día a ser feliz.
jueves, 2 de junio de 2011
ERRANTE

el querer saber o decir,
el miedo a lo desconocido,
y a lo conocido también.
Me habita el derecho y el sin derecho,
la vida,
la muerte.
Me habita la responsabilidad,
el desafío constante,
la conciencia aniquilante.
Salgo de los roles
y me inserto en mí,
en vos,
en el árbol,
en el pájaro,
en el perro que pasa.
Me quedo dormida
y otro mundo me alcanza.
Despierto cansada,
con ganas de nada.
Me levanto, me apuro,
otra vez los indeseados me acechan.
Pero esta vez
los reconozco,
no les permito que entren,
les cierro la puerta en la cara.
Vuelvo a vos,
al árbol,
al pájaro,
al perro que pasa.
Tampoco es eso.
No es ni uno ni otro.
Mientras tanto, el tiempo pasa.
Entonces, por arte de magia,
la luz llega y me alcanza.
Entiendo de qué se trataba.
Sólo era yo
en lo mundano,
en lo efímero,
en lo profano.
Sólo yo,
siempre buscando lo mismo,
bregando por mi corazón en calma.
lunes, 30 de mayo de 2011
DE-LIRIOS ENAMORA-DOS

Me gusta ser tu remanso
también eres mi descanso,
en una tarde de hojas caídas
o en una mañana de historias perdidas.
Disfruto con tu sonrisa
me mantiene en la cornisa.
Me conformo con tus besos
pues me llegan hasta los huesos.
Me enternezco con tu llanto,
también eso tiene su encanto;
como curar tus alas rotas,
cuando tu vuelo se agota.
Yo soy vos y vos sos yo.
Somos uno dentro del todo.
Somos parte de cielo y tierra,
quienes caen y luego sueñan.
Estamos aquí y en todas partes,
un lunes, domingo o martes.
Gracias por tu presencia;
sin ti no sabría de ausencias.
Yo soy vos y vos sos yo.
Simplemente eso somos.
Aquí, ahora y después,
no se dónde, cuándo o cómo.
viernes, 27 de mayo de 2011
INFIMA SINFONIA EN SI DE AMOR

En vez de encontrarte
te pierdo
entre mi imaginación y mis sueños.
En vez de tenerte
te suelto
para que vueles más alto que el viento.
En vez de aceptarte
te niego
porque así la vida se me pasa más lento.
En vez de buscarte
añoro tu presencia
y entonces mi piel se impregna de tu ausencia.
En vez de olivdarte
decido amarte
para que mi alma siga viva. Y descanse.
domingo, 15 de mayo de 2011
PARA MI MAMA EN SU YA NO DIA

Probablemente hubiéramos compartido el almuerzo, o tal vez una pequeña y cálida reunión en la tarde.
Hubiera despertado y te hubiera llamado apenas unos minutos después de que mis hijos me saludaran y me dieran sus regalos.
Si estuvieras aquí, mami, hoy hubiera sido un día muy parecido al que fue, pero a su vez completamente diferente.
Hoy te extraño. Como muchas veces te extraño, pero con el recuerdo que fue tu último día de la madre. Con el recuerdo que un día después dejaste de ser vos y, a pesar de todo, hubo ratitos que lo seguías siendo, porque a pesar de tu dolor te seguías riendo hasta de vos misma.
Desde entonces muchas cosas han sucedido. Estoy segura que muchas hubieras amado ver y otras hubieras detestado tener que soportar. Pero así y todo, también sé que te gustaba vivir, con esos altos y bajos, porque lo que hoy soy, esta persona compleja, que todo se cuestiona, que a todo le busca la vuelta, pero que también ama la vida, las risas, los afectos y al amor, todo eso, es el reflejo de vos. Por eso estoy tan segura que hubieras preferido no perderte nada.
Pero no estás. Y te extraño. Porque no sólo eras mi mamá, eras mi confidente, mi contención, mi resguardo. Con tu fragilidad protegías la mía, en tu regazo me permitías reposar, con tus palabras me hacías pensar, con tu amor me enseñabas a amar.
Pasan los años y la falta sigue persistiendo. No hay caso, hay cosas que no se olvidan y que nadie suplirá.
Eso sí, la vida me ha cruzado con gente encantadora, como la que te rodeaba a vos. Estoy segura que tu influencia desde donde estés es la que hace que los hilos de mi vida se muevan con la sutileza que se logran mover. Sé que es así.
Hace tiempo que no puedo decirte feliz día, ni feliz cumpleaños, ni feliz nada. Sólo puedo tenerte presente en mi corazón. Y a veces duele. Porque nadie podría entenderme mejor que vos. Nadie.
Será una semana difícil, vaya si lo será.
No podés secar mis lágrimas. No podés leer mis letras. No podés abrazarme ni tampoco puedo yo. Pero sí puedo decir "te amo", porque no es un "te amo donde quieras que estés", porque sí sé dónde estás y es aquí, muy resguardadita en mi corazón.
Un día como hoy, fue tu último día siendo vos. Hoy tu fragancia me perfumó.
No es feliz día para vos. Sólo es un día de gracias, por seguir siendo la guía invisible pero siempre perceptible de mis pasos.
Te amo. Hasta el final de mis días, donde sé que me estarás esperando. Gracias por ser siempre, aún sin tu presencia física, mi mamá.
martes, 10 de mayo de 2011
DESPERTAR

Con pereza y los ojos apenas si abiertos ya, puso un pie fuera de la cama y después el otro. Estaba frío. No el piso, que lo cubría una mullida alfombra de lana gris, sino el día. Fue derecho al baño, abrió la ducha, se quitó el pijama y se dio un rápido baño, de esos que despejan la modorra mañanera.
Ya un poco más despabilada fue a su vestidor y, sin pensar demasiado, se puso lo primero que encontró y combinara, porque a pesar de la hora tampoco era cuestión de salir a la calle hecha un mamarracho.
Ya con su traje negro y las botas en los pies, se preparó un café que aseguraría finalmente su despertar. Mientras tanto, chequeó el correo y leyó los titulares de esa mañana, que no traían ninguna noticia ni tan alentadora ni tan trágica.
Lavó sus dientes, puso un poco de maquillaje en su rostro, unas gotas de perfume en su cuello, cerró la puerta con tres cerraduras y subió a su auto que la conduciría al centro de la ciudad, donde la oficina ya esperaba su llegada.
A las 8 estaba allí, tomando otro café y encendiendo su PC.
El día transcurrió como cualquier otro, sin grandes sorpresas ni para un lado ni para el otro.
Al mediodía se juntó a comer con sus compañeras de trabajo, conversaron sobre sus hijos, maridos, ex maridos, amantes. Rieron un poco y la jornada continuó como siempre, sin altos, sin bajos.
Ya sobre las 5 de la tarde, Analía daba por finalizada la labor del día. Apagó su PC, ordenó su escritorio, se despidió con un "hasta mañana" y otra vez se dirigió a su vehículo, cansada de escuchar clientes quejosos y jefes impertinentes.
Manejó hacia su casa y mientras estacionaba su vehículo frente a la misma algo sucedió. Algo extraño, fuera de lo común. Algo que la dejó paralizada y sin saber muy bien cómo actuar, pues en ese preciso instante su rutina de cada día se modificó. En vez de pensar en qué iba a cenar, como todos los días, Analía pensó en su soledad. Pensó que llegaba a su casa y que ni un perro la esperaba. Pensó en que el sonido que la recibiría no sería el de un niño feliz diciendo "mamá!!" ni la voz de un esposo diciéndole "cómo te fue, amor?". Pensó en su día triste, sola, aburrido. En la película de turno que estaría en el cable esa noche. En las amigas que estaban ocupadas y no podían atenderla en ese momento. En su madre que ya no estaba. En la tristeza de una vida opacada por su guardarropas y bijou.
Pensó en quién era. En qué tenía. Hacia dónde iba. Pensó en los sueños que se le habían destruído. Pensó en el amor de su vida que una vez la dejó. En la carrera universitaria que abandonó. En el aborto que hacía 6 años se practicó. En los cuentos que nunca escribió. En la falta de voluntad para los deportes que nunca jugó.
Pensó en los libros que dormían en su biblioteca y que nunca leyó. En los besos que nunca dio. En los abrazos que rechazó. En los suspiros que contuvo y en los llantos que no lloró.
Esa tarde, al volver a su casa, se asustó. No sabía exactamente qué hacer. Ni qué decir. Ni qué decirse. Todo era demasiado extraño. Su calle, su gente, su trabajo. Ella misma.
Pasaron una, dos, cuatro horas. Analía seguía sentada en su auto, frente a su casa, con la mente en otro lugar, aunque tampoco estaba segura que ese fuera el lugar equivocado.
El frío la hacía temblar. O quizás el temor, no había forma de distinguir cuál de las dos cosas le provocaba escalofríos en ese momento.
Sólo quedaba una opción. Su vida acababa de perder todo sentido. No podía abrir la puerta de su casa como si nada hubiera sucedido. No podía siquiera abandonar su auto sin que nada hubiera sucedido.
Finalmente, se durmió.
Sobre las 4 de la mañana, despertó. Tomó las llaves de su portafolio y entró a su hogar. Lo encontró diferente. Ya nada de lo que allí estaba le pertenecía.
Fue derecho a su dormitorio y llenó un bolso con ropa para unos días. Lo primero que encontró, esta vez, sin importar el color. Se dio un baño, se vistió con ropa cómoda, llenó su cartera con documentos y billetes que guardaba para comprar vaya uno a saber qué y, sin dar una última mirada hacia atrás, se marchó.
El destino la llevaría donde este quisiera. Por lo pronto, al llegar al aeropuerto, tomó el primer vuelo que encontró. Ya no serían días como cualquier otro. A partir de esa mañana, ya nunca más fue Analía la que despertó.
lunes, 25 de abril de 2011
PINCELADAS

... y como en un cuento de hadas,
me trepé a la paleta y fui parte del cuento.
Vi mar, luna y sol.
Vi estrellas, cielos y nubes, .
Vi a los niños jugando, señoras paseando.
Vi a los sueños bailar con sus dueños,
romper corazones,
cantar sin lamentos.
Así,
entre la tierra y los versos,
fui creando mi vida.
Naciendo de la union de la miel y la hiel,
sintiendo el fuego quemarme la piel.
Un día despierto a la vida,
pinceles en mano.
Colores que enfatizan,
otros que tranquilizan.
Mis huesos se mueven,
mi mente es abstracta.
El cuadro se estampa
en el lienzo de mi alma.
domingo, 27 de marzo de 2011
YO NO SUMO, MULTIPLICO

Tanto afectos como defectos.
Cosas buenas y no tantas,
tanto amores como desgracias.
Sin embargo, cuando pienso
en lo bueno de multiplicar,
mi alma expande sus alas
y no deja de volar.
A veces las nubes me atrapan
y no veo más allá,
pero sé que estoy en el cielo
y que la tormenta pasará.
Yo no sumo, multiplico
y me gusta multiplicar.
Porque con ese signo de por
he aprendido a amar.
A amar con el alma plena
con felicidad y tristeza,
porque aunque sea dura la vida
más vale pasar por ella.
No dejo que el signo de menos
interrumpa mi camino,
porque si de él te haces amigo
creerás que es tu destino.
Tampoco el de dividir.
Ese es el que menos me gusta.
Nada debe quedar a medias.
A este le huyo, me asusta.
El de sumar no es tan malo.
Eso sí, las dichas vienen más lentas.
Y aunque las angustias demoran
siempre faltan la sal y pimienta.
Por eso yo no sumo, multiplico.
Me banco el dolor en el alma.
Prefiero salir herida
y disfrutar con creces la calma.
domingo, 20 de marzo de 2011
ABRAZOS
Hay abrazos de oso,
abrazos mimosos.
Abrazos sinceros,
abrazos traicioneros.
Abrazos de amor,
abrazos con buen humor.
Abrazos compinches,
abrazos que contienen berrinches.
Abrazos de amigos,
abrazos de enemigos.
Abrazos de bienvenida,
abrazos de partida.
Hay abrazos con afecto,
y otros que causan efecto.
De los lindos me gustan todos,
en cualquier brazo me acomodo.
Y aunque es fácil encontrar uno,
aquí siempre estará el mío,
por si no encontrás ninguno.
miércoles, 16 de marzo de 2011
AFECTADA, COMO MUCHOS

domingo, 13 de marzo de 2011
SUEÑO NEGRO

adornanaban mis días,
dibujando tu fisonomía
y también la mía.
Hilos invisibles
de fibras de amor,
tejían puentes eternos
a todo clamor.
Se unieron las almas
que estaban perdidas;
curando los males,
Sanando la herida.
Llegó la tormenta
que antecede a la calma.
Mientras tanto la luna juega
a las escondidas
entre tu luz y la mía.
Gotas de rocío,
que penetran en mi piel.
Triste mañana,
negro amanecer.
Ya no quiero subirme
a este mundo infinito.
Sólo quiero despertar
de este sueño maldito.
viernes, 11 de marzo de 2011
NIEBLA

que empaña los días,
se escabulle en el alma
y cala mis penas.
Lágrimas de sal,
asesinas de esperanzas,
intentan llegar
a las mismas entrañas.
Me quedo sin risa,
sin ilusiones,
sin sueños.
Me cubro
de soles,
oscuros,
que marchitan
este amor
tan puro.
Las lunas me mecen,
en las noches claras.
Me llevan con ellas
cuando el cielo
no es cielo,
sino polvo de estrellas.
Las diosas me cuidan
de los dioses malditos,
me vuelven guerrera
para luchar
hasta la primavera.
Llegó el momento.
Me retiro.
Me alejo despacio.
Las heridas me sangran,
las llagas me duelen,
el tiempo se agota,
se acerca la derrota.
El último suspiro
exhala de mi boca.
Llega a la tuya.
Te toca.
miércoles, 2 de febrero de 2011
A LOS PIES DEL EDEN

sábado, 29 de enero de 2011
LOVE POISON

martes, 18 de enero de 2011
RINCON MAGICO

Allí está, aún lo veo y siento su presencia, pero estoy segura que una vez descubierto pierde poder.
domingo, 9 de enero de 2011
GRATITUD

Dar las gracias es un acto simple y sencillo. Sin embargo, a no todos le resulta tan fácil de hacer. O, en otros casos, damos las gracias sin el sentimiento de gratitud que la palabra conlleva. Se nos vuelve tan común que ya se nos hace corriente.
No escapo de este último concepto. Muchas veces doy las gracias sin pensar realmente que estoy de verdad agradecida. Lo hago como un acto de educación, como un impulso natural que nace de los buenos modales que me han enseñado y que como buena aprendiz he incorporado.
Pero a veces, realmente estoy agradecida de corazón. Ojalá todos los días lo recordara, pero aún me olvido. Me olvido cada día de agradecer.
Me olvido que cada segundo es un regalo, que los pájaros cantan felices y yo puedo escucharlos. Me olvido que siento el fresco de la brisa, que veo el azul del cielo o el verde que me rodea.
Me olvido de disfrutar de la risa de mis hijos a cada instante, de verlos crecer a través del juego o las peleas. Me olvido de escucharlos atentamente o de rezongarlos menos. Me olvido que son niños y los trato como adultos y luego como niños de nuevo. Me olvido que son lo más preciado que tengo.
Me olvido que estoy rodeada de seres que me aman, todos a su manera y no a la mía, pero que eso no significa que no me brinden amor. Me olvido que antepongo mis expectativas cuando en realidad no debería esperar nada y sólo recibir.
Me olvido de vivir despreocupadamente, de atender lo inmediato y no estar pendiente de lo que vendrá.
Me olvido de todo.
Pero por suerte, hay momentos como este en que lo recuerdo. Entonces, digo gracias.
Gracias por estar viva. Por mis hijos hermosos que me llenan el alma. Por mi marido que me mima con detalles mínimos como una taza de desayuno en la cama o, como hoy, con una mesa al aire libre con café con leche y tostadas. Por mis amigos que me cuidan, escuchan y, aunque no comprenden, me aceptan. Por mi familia, que es incondicional. Por mis brujitas que me ayudan a descubrir mis propios dotes brujeriles. Por la tierra, el sol, la luna, la lluvia, el viento. Por los árboles que me dan sombra. Los pájaros, los insectos, los animales domésticos y los que no lo son. Por cada segundo que respiro en este planeta que tanto me olvido de cuidar y al que tanto le debo. Por el Universo y sus estrellas. Por lo que conozco y no. Por mi despertar y por mi sueño.
Gracias, gracias, gracias.
Gracias le doy al Gran Arquitecto del Universo.
Sat Nam.